Los Mayas nunca constituyeron un estado unificado. Se originaron
en ciudades independientes entre sí. Su autoridad máxima fue un
jefe, cuyo poder, era hereditario pero no absoluto, pues era
asesorado por un consejo de estado.
Esta cultura fue esencialmente religiosa y por esa razón en sus
ciudades construyeron grandes y hermosos templos escalonados
destinado al culto religioso.
Entre las ciudades importantes están Mazapán, Copán y Uxmal.